Los primeros días con tu bebé tienen algo mágico…
Ese olor tan suyo, el silencio suave del hogar, el abrazo que lo calma todo.
En cada sesión busco guardar lo más importante: la emoción de tenerle por fin en brazos, su respiración tranquila, el amor que se siente aunque no se diga.
No fuerzo poses, no hay expectativas. Vamos al ritmo de tu bebé, con calma, con respeto, dejándonos llevar por lo que surja. Lo hacemos despacito, en la calidez de tu casa o rodeados de naturaleza, donde ustedes se sientan en paz.
Porque estos instantes pasan rápido… pero pueden quedarse contigo para siempre.



